Habia una vez.

Todas las buenas historias no son contadas hasta el verdadero final, nos quedamos adormecidos en el punto más "glorioso" en donde viven felices para siempre, pero el para siempre es el otro día: El mal humor de uno, la prisa del otro, el cansancio, la evasión y el excedente de los limites. Las buenas y reales historias nos hablan de la esperanza y resurrección que vemos en los ojos de el o ella cuando a pesar de que todo termino aun puedes sentir el "Había una vez" en su mirada.